Sal y Luz
Sal y Luz

¿Que quiero decir con sal y luz?

Veamos lo que dice la Biblia en Mateo 5:13-14

«Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con que será salada?…Vosotros sois la luz del mundo, una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.” 

Cada vez es más frecuente el sentir o darnos cuenta de las calamidades por la que está pasando nuestro mundo, aunque siempre hemos sabido que ocurren este tipo de fenómenos naturales, actualmente se han vuelto casi el pan diario en las noticias, además del incremento galopante de los índices de criminalidad, las faltas que tienen que ver con la descomposición familiar, la ética y los principios morales, etc.

Pero todo esto no es casualidad, en la Biblia leemos que el Señor Jesús hace más de dos mil años habló al respecto cuando sus discípulos se le acercaron aparte para preguntarle acerca de las señales del fin y cuando sería su venida (Mateo 24:14), sin embargo les aclaró que “todo esto es solo principio de dolores” (v.8) y en los versículos subsiguientes habla de la conducta de las personas en esos días al punto de afirmar que “por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará”.

En seguida el Señor hace una declaración absoluta y contundente: “Pero el que persevere hasta el fin, este será salvo. Y será predicado este evangelio del Reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.” (Mateo 24:13-14). No es sino hasta que ocurra esto que declara el Señor que entonces será el final. Para los que hemos reconocido públicamente el haber entregado nuestra vida y corazón a Cristo, este escenario no puede ser indiferente.



Compromiso de entender porqué el Señor nos llamó sal y luz.

Al reconocernos pecadores y recibir el amor infinito del Señor Jesús al sustituirnos con su muerte expiatoria, adquirimos también el compromiso de replicar lo que otros han hecho por nosotros, siendo instrumentos de la misericordia de Dios, poniendo a su servicio todos nuestros recursos para que otros conozcan y no se desvíen del camino a la vida eterna.

Para los seguidores de Cristo esto no es opción, máxime con la oportunidad que se tiene de vivir en países donde con libertad se puede hablar de las buenas nuevas. A pesar de que Dios puede valerse de cualquier manera para hacer llegar el mensaje de salvación, El ha encomendado a su pueblo que lo haga, y en realidad hay que considerar un privilegio que Dios se valga de nosotros para llevar a cabo esta misión.

No en vano nos ha llamado “la sal de la tierra”, el ingrediente necesario para sazonar este mundo, y también “la luz del mundo” para reflejar la luz de Jesús que alumbrará las almas y corazones para llegar al cielo.



¿Alguna vez se ha detenido a reflexionar acerca de esto? ¿Se ha apropiado de este llamado para su vida?

En Lucas 15:11 en adelante, leemos acerca de un hijo que al no valorar su situación, y verse perdido sin nada, cayó en cuenta “Y volviendo en sí…” volvió arrepentido a su padre quien fue movido a misericordia y con ropa nueva, anillo y fiesta lo aceptó nuevamente en su casa.

Cuantos de nosotros somos ahora hijos pródigos, habiéndonos acomodado a nuestros privilegios y viviendo como si el Señor fuera a tardar una eternidad en regresar. Jesús está a las puertas y es hoy el momento de volver en sí y girar nuestro rumbo en la vida.

Ya no es hora de dormir, “velad, porque no sabéis a qué hora ha de venir nuestro Señor” “Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga lo halle haciendo así.” Mateo 24:42 y 45. Que el volverse a Dios sea cambiar primero nuestra vida pero también cambiar la vida de otros compartiendo la gracia de la salvación recibida.

Allí desde nuestra área de influencia, en el lugar de estamos, al oír la pregunta del Señor: ¿a quién enviaré y quien irá por nosotros? Contestemos convencidos: “Heme aquí, envíame a mí”. Hermano: Ya es el momento, El tiempo es hoy.



13 comentario en “Sal y Luz”
    1. Gracias Hno Oscar, como dijo el autor:
      Hoy es tiempo de compartir, es el día no hay que esperar, Tu y Yo debemos hablar, es tiempo de actuar…

  1. Muy interesante, cada dia, cada momento tenemos ser motivadores para extender el evengelio de Jesucristo, agradecemos a Dios por permitirnos ser Sal y Luz en este mundo

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