En la vida, todos enfrentamos momentos de temor. Este sentimiento puede dominar nuestra conducta y paralizar nuestras acciones. Sin embargo, la Biblia nos ofrece guía y esperanza para superar estos miedos. A través de la fe y la oración, podemos encontrar la fuerza necesaria para enfrentar cualquier temor. En este artículo, exploraremos cómo la Biblia nos enseña a manejar el miedo, apoyándonos en ejemplos y enseñanzas bíblicas.
Qué es el miedo en la Biblia
En la Biblia, el miedo es descrito como una emoción que puede paralizar y destruir, pero también como una oportunidad para demostrar fe y confianza en Dios. El miedo nos desafía, pero también nos ofrece la ocasión de acercarnos más a Dios y depender completamente de Él. La Escritura nos muestra que el verdadero temor debe ser hacia Dios, un temor reverente y respetuoso, que nos guía hacia la sabiduría y la comprensión (Proverbios 1:7).
El temor puede paralizar
El temor tiene la capacidad de detenernos en seco, impidiéndonos avanzar en nuestras tareas y metas. En la Biblia, se nos recuerda que el miedo puede ser una trampa. Proverbios 29:25 dice: «El temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado.» Este versículo nos muestra que el miedo puede atrapar y controlar, pero confiar en Dios nos libera y nos da fuerza.
«A lo único que debemos tenerle miedo es al miedo mismo», fueron las palabras del trigésimo segundo presidente de EE UU, Franklin Delano Roosevelt, un hombre que personificó el significado de la palabra valor. A pesar de padecer poliomielitis desde los 39 años y tener una parálisis de la cintura hacia abajo. Pero el Señor nos muestra la manera de como cristianos podemos venderle.
Personajes de la Biblia que tuvieron miedo
Varios personajes bíblicos enfrentaron el miedo en sus vidas. Moisés temió no ser lo suficientemente elocuente para liderar al pueblo de Israel (Éxodo 4:10), mientras que Elías, después de una gran victoria, huyó por temor a Jezabel (1 Reyes 19:3). A pesar de sus temores, estos hombres de Dios encontraron consuelo y valentía en el Señor. Sus historias nos enseñan que es natural sentir miedo, pero es crucial buscar a Dios en esos momentos.
No tengas miedo 365 veces en la Biblia
La Biblia nos dice «no temas» o «no tengas miedo» 365 veces, una para cada día del año. Este repetido mandato subraya la importancia de confiar en Dios y no dejar que el miedo nos controle. En Isaías 41:10, Dios nos dice: «No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.»
Un salmo para vencer el temor
El Salmo 34:4 es un versículo que nos anima a vencer el miedo: «Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores.» Este versículo nos recuerda que al buscar a Dios en oración, Él nos escucha y nos libera de nuestros miedos. La oración es nuestro medio para comunicarnos con Dios, y a través de ella, encontramos paz y libertad.
¿Qué tan a menudo buscamos al Señor cuando enfrentamos nuestros temores? El Señor a través de su Palabra nos dice qué debemos realizar para enfrentarlo y como lo debemos efectuar, para ello trataré de ir explicando el versículo, explicando lo que Dios quiere que hagamos para vencer nuestros temores y poner en práctica esta porción del salmo.
1. Busqué a Jehová.
Buscar no es otra cosa más que encontrar. ¿Y cómo encontramos al Señor?, exacto a través de la oración.
La Biblia no ofrece una definición de oración como tal. Revisando el Antiguo y el Nuevo Testamento, no encontramos una sola frase que, de manera clara defina la oración.
Sin embargo, si encontramos que esta práctica se desarrolla con bastante frecuencia, tanto por los autores de los libros como las personas que aparecen en los relatos.
Debemos tomar en cuenta que la única forma de encontrar a Dios es a través de la oración. Es el medio de comunicación por excelencia que tenemos con el Señor. En Jeremías 33:3 Dios nos dice: “3Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”. Jesús sabía muy bien esto, Él siempre destinó momentos para hacerlo orar con Dios, por ejemplo, lo vemos en Mateo 14:23: “23Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo”.
Todos los cristianos sabemos que, a través de la oración, es que podemos encontrar al Señor, por ser la manera que dejó instituida en su palabra para comunicarnos y acercarnos a Él, en ese sentido al enfrentarnos a un temor, debemos buscar al Señor para que nos escuche y nos libre de él.
2. y él me oyó.
El Señor escucha la oración, debemos tener la certeza que si oramos conforme a su ejemplo, nos escuchará.
Si logramos buscarle de corazón, podemos tener la certeza que nos va a escuchar. ¿Qué implica buscarle de corazón? Cuando queremos hablar con nuestro papá o nuestra mamá, nuestro cónyuge o nuestros hijos, lo hacemos por el solo hecho de saber que podemos mantener una conversación fluida con ellos y que de esa manera responderán a nuestros planteamientos, es así como también debemos buscar al Señor. Veamos los siguientes versículos, 1 Juan 5: 14-15 “14Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 15Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.”, También vemos Isaías 58:9 “9Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí.”.
Dentro de los atributos de Dios está la omnipresencia, con el que sabemos que está en todas partes, aunque parece raro, cuando le buscamos en nuestra habitación, en el vehículo o en el escritorio o máquina de nuestro trabajo, Él está ahí escuchándonos.
Pero no debemos dar rienda suelta al pensamiento o creencia que solo estamos orando por hacerlo, sino confiados que tendremos una respuesta.
3. Y me libró.
En Él encontramos libertad. Aquí no es otra cosa más que tener libertad.
Entregándole nuestro corazón al Señor encontramos libertad. Isaías 61:1 “1El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;”.
Con un amigo nuestro poco a poco fortalecemos la relación de amistad, pues nos llamamos por teléfono o nos enviamos mensajes a través de ese dispositivo, es decir, mantenemos un constante contacto, ¿Sino de que otra forma podemos desarrollar la amistad y la confianza? Así como la comunicación que se mantiene con esta persona, así es la comunicación que el Señor quiere que la tengamos con él, precisamente la podremos robustecer solo con el acercamiento que tengamos con Él en oración.
4. De todos mis temores.
Sin excepción. En esta porción la Biblia se refiere aún temor que aterroriza, que lo hace temblar que te paraliza y no puedes efectuar nada, por culpa de ello.
Podemos llegar a tener muchos temores, como hablar en público, el temor a equivocarnos y tomar una decisión incorrecta (aparentemente), a la muerte, al fracaso, entre otros.
Al encontrar al Señor a través de la oración, podemos estar seguro que nos escucha y demás nos ayuda con nuestros temores, liberándonos de ellos para su honra y su gloria.
Cómo vencer el temor o el miedo
Para vencer el miedo, la Biblia nos instruye a buscar a Dios a través de la oración y la fe. En Jeremías 33:3, Dios nos invita a clamar a Él: «Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.» A través de la oración, podemos entregar nuestros miedos a Dios, confiando en que Él nos escuchará y nos ayudará. Además, la Biblia nos anima a fortalecer nuestra fe leyendo y meditando en las Escrituras, lo que nos brinda confianza y valentía.
El temor en la Biblia
La Biblia trata el temor de manera extensa, enseñándonos que aunque el miedo es una reacción natural, no debe gobernar nuestras vidas. Dios nos ofrece múltiples promesas de protección y ayuda. En Isaías 41:13, leemos: «Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.» Estas promesas nos aseguran que no estamos solos y que Dios está con nosotros en cada paso del camino.
El temor es una emoción que parece abrumarnos, pero no invencible. La Biblia nos proporciona enseñanzas para enfrentarlo y superarlo. Al buscar a Dios en oración, confiar en Sus promesas y aprender de los ejemplos bíblicos, podemos encontrar la fortaleza para vencer nuestros miedos. Recordemos siempre que Dios está con nosotros y que, a través de Él, podemos superar cualquier temor que enfrentemos.